El pasado 16 de abril, después de asistir al Salón del Cómic, fuimos a otro interesante evento: el Pecha Kucha Inspire Japan.
Para poneros un poco en antecedentes, un Pecha Kucha es un formato de presentación que inventó Astrid Klein y Mark Dytham en el Tokio del 2003. La idea del evento es presentar material creativo de forma desenfadada e informal delante de un grupo de personas con lo que ellos llaman un 20×20. Es decir, a cada ponente se le permite usar 20 imágenes (o diapositivas) para exponer su trabajo o proyecto. Cada una de estas imagenes se muestra durante 20 segundos; es decir un total de 6 minutos y 40 segundos. El objetivo es una presentación rápida, concisa y directa.
Esta práctica está muy extendida a lo largo de todo el mundo, y son muchísimas las ciudades que organizan este tipo de eventos. Desde hace algún tiempo y con motivo de las tragedias que devastan nuestro planeta, se decidieron realizar Pecha Kuchas en forma de recaudación de fondos para los damnificados. Ya se organizó uno en su momento para la tragedia de Haití y ahora le tocaba el turno a Japón.
La manera de recaudar estos fondos era con la entrada, yendo únicamente 1€ a cubrir gastos y el resto para Architecture for Humanity en Japón.
Acudimos al evento algo justos de tiempo y sólo llegar nos sentamos en unas sillas plegables enfrente de una pantalla de proyección gigante. A simple vista el recinto era bastante agradable, daba la impresión de ser una galería de arte.
La presentadora iba guiando el evento a lo largo de todas las presentaciones, explicando antes una breve introducción de cada ponente y sobretodo marcando las pautas que he comentado del 20×20.
Antes de empezar con las proyecciones correspondientes, nos pusieron un video de los creadores del formato Pecha Kucha, para aclararnos el porqué de esta edición tan especial. Nos brindaron una introducción en perfecto inglés a lo que ya os he explicado sobre los orígenes de estos eventos. Dijeron que Japón ha estado inspirando a artistas de todo el mundo durante todas estas ediciones, y que ahora era el momento de devolverle el favor… inspiremos a un Japón abatido… de ahí su título Inspire Japan.
Aunque la organización desprendiera ese regusto informal y de andar por casa, el ambiente era más que bueno, y se respiraba la buena voluntad de los asistentes y los organizadores del evento.
La primera de las ponentes nos contó que estuvo una temporada en México, ayudando a la reconstrucción de un poblado que había sido devastado por una catástrofe natural. Nos contaba como los métodos de trabajo eran muy rudimentarios y básicos, pero que las ganas no faltaban.
Esta es una situación muy parecida a la que está viviendo Japón ahora mismo, enfrentándose a la reconstrucción de poblados enteros y sin apenas recursos…
El segundo de los ponentes se centró en explicarnos las diferencias entre la cultura nipona y Española. Hiroshi es un diseñador japonés que hace algún tiempo que está viviendo en Barcelona y nos explicaba que está realmente orgulloso de ser Japonés.
Nos transmitió a todos los asistentes un gran pesar por la dura situación que estaba pasando su país, aunque afortunadamente no tiene que lamentar la pérdida de ningún familiar o conocido cercano.
Mostró la famosa anécdota que corre por internet, sobre la reconstrucción récord de una carretera pocos días después del terremoto. Hizo un pequeño chiste al respecto y de lo que hubiéramos tardado nosotros a reconstruirlo
En la cultura japonesa es muy importante transmitir unos buenos valores, desde que son muy pequeños. Los enseñan a convivir juntos, ayudar en las tareas del hogar, compartir grandes momentos, ser respetuoso con lo ajeno, esa lealtad y sentimiento de responsabilidad, etc… Como anécdota interesante, nos explicó que en Japón puedes dejar olvidado un bolso en el asiento de un metro, que seguro lo encontrarás en el mismo sitio al final de la línea.
Aunque sobretodo nos transmitió el respeto que siente el pueblo japonés a su tradición, cultura y sobretodo hacia la gente anciana. Esta que véis fue una de las escenas más emotivas…
El siguiente ponente se trataba de un hindú que trabaja en una Universidad de Japón, en áreas de investigación y más concretamente en el de la robótica. Nos explicaba el punto de vista de los japoneses desde el punto de vista de otra cultura totalmente diferente y casi se podría decir opuesta.
Como anécdota nos explicó que en Japón no cobran NUNCA por practicar deporte, al contrario el estado otorga ayudas para que todo el mundo tenga acceso a centros donde practicar el deporte que se quiera: fútbol, natación, tennis, etc. La gente se quedó realmente impresionada con este dato.
Otra presentación consistía en explicarnos el intercambio de experiencias entre dos colegios, uno de Barcelona y otro de Tokio. La manera de entender otra cultura a través de los ojos de los niños.
Al final de la explicación nos pusieron un video muy gracioso donde se veía a los 2 colegios en plena acción
Fernando nos explicó de forma muy breve y rápida el nuevo libro del que es co-autor llamado: No Somos Hormigas (una guía para el optimista informado).
La presentación fue muy intensa (el hombre este hablaba muy muy rápido) y muy interesante, pero mejor os dejo con las preguntas que se formulan en la web, juzgad vosotr@s mismos:
¿Han conseguido deprimirte? ¿Te sientes abatido? ¿Te quedas sin argumentos cuando intentas vencer al pesimismo? ¿Sientes que te miran raro, que te toman de loco? ¿Empiezas a creer que no vale la pena hacer nada? ¿Que los humanos no tenemos remedio?
El resumen de este libro/filosofía es que si tienes una idea, proyecto o lo que sea, no dejes que nadie ni nada te pare. El libro parece más que recomendable… Para finalizar su presentación, canalizó esa idea hacia la reconstrucción de un Japón sumido ahora en el pesimismo.
Y para finalizar, Karla nos enseñó los secretos del origami explicándonos cómo se hace una grulla. Aunque para ponernos en contexto antes nos contó una bellísima historia…
Cuenta una leyenda que cualquiera que consiga hacer 1.000 grullas de papel recibirá un deseo: ya sea una vida de plena salud o la recuperación de una enfermedad. Esta leyenda se conoce como Mil grullas de origami (千羽鶴 Senbaduru).
Sadako Sasaki era una niña japonesa que sufrió de radiación debido a la bomba de Hiroshima. Decidió hacer 1.000 grullas de papel para poder pedir el deseo de curarse de dicha radiación. Lamentablemente murió antes de poder conseguir tal proeza. Sus amigos y familiares finalizaron tan titánica tarea por ella.
Gracias a esta triste historia, las mil grullas de origami se han convertido en todo un símbolo de paz.
A continuación nos repartieron una hoja cuadrada a cada uno y nos explicaron los pasos a seguir para poder montar una. El objetivo era tener una grulla de cada uno de nosotros y así poder mostrarlas todas juntas.
Aquí tenéis mi pequeña aportación para con el pueblo de Japón.
Pecha Kucha Inspire Japan
ぺちゃくちゃのクチャは、日本をインスパイア
Os dejo el vídeo oficial del evento. A ver si sois capaces de ver donde estaba sentado
Oscarcillo
11 mayo, 2011
Que interesante… no conocía su existencia. Gracias por aportarme algo nuevo
Tere
11 mayo, 2011
Estoy con Oscar, me ha parecido muy interesante y la leyenda de las mil grullas de papel y la historia de la niña… preciosa!
Un abrazo!!!
PD: He intentado “pillarte” en el vídeo pero no lo he conseguido!!!
(morros de Tauro cabezota que siente la tentación de verlo otra vez dándole al pause y cazarte! pero no tiene tiempo ahora… grrr!!!)
dreamflow
12 mayo, 2011
@Oscarcillo: Yo tampoco, en realidad lo saqué del grupo de retos del face, alguién lo publicó. Y la verdad es que me encantó…
@Tere: Salgo en varias ocasiones pero de “refilón”
Gema
12 mayo, 2011
Interesantísimo, uno de esos eventos al que me encantaría haber asistido. Muchas gracias por el reportaje, fantásticas fotos.
Chema Blanco
19 julio, 2011
Muy interesante el post. Os doy la enhorabuena y os envío este enlace de un pequeño vídeo resumen del Pechakucha celebrado en Tenerife el pasado viernes. Espero que os guste.
http://youtu.be/ftAgPH7ulgI