El refranero dice: “No hay mal que por bien no venga”. Con lo que hay que saber ver las cosas buenas de las malas… Ahí van algunas fotos que saqué yendo de compras con Karo

Como no quiero hacer publicidad voy a obviar el nombre de la tienda, a partir de ahora será la tienda del demonio.
Una bici aparcada justo delante de la tienda del demonio

Karo-bokeh.
¡¡Vaya tattoo!!
Yo descansando mi cansado culo mientras Karo investiga por ahí…
Espejito, espejito…
Cinturones.
Nunca lo hubiera dicho, pero la iluminación de la tienda del demonio es buenisima para hacer fotos

Ups!! Creo que se ha colado publicidad subliminal… jajaja.
Sergio
17 julio, 2010
Camarera…ponme un cubata!